“Más” no siempre es mejor
Más servicios, más pacientes, más horario, más seguidores, más formación, más tecnología…
Muchas veces, lo que una clínica dental necesita es reducir (de forma inteligente), y no añadir.
Probablemente, solo con esta afirmación no lo acabes de ver como yo, déjame que siga desgranando esa idea.
Robert Kiyosaki describe en su libro “Padre rico, padre pobre”, la carrera de la rata como aquella situación financiera en la que, en la medida que aumentan los ingresos, aumentan a la vez los gastos en una misma proporción.
Quizás hayas tenido en algún momento la sensación de estar corriendo cada vez más rápido y seguir en el mismo sitio.
Basas tus decisiones de compra o inversión en función de tu facturación y no de tus beneficios.Normalmente en la clínica dental se cobra en el momento de la realización del servicio (el paciente se realiza un tratamiento y la clínica recibe el ingreso, o en el mejor de los casos ya lo ha ingresado previa financiación), y se paga a 30-60 días a los proveedores (según hayamos negociado). Aquí se genera una diferencia entre la tesorería (liquidez que tiene la clínica) y la realidad financiera.
Esto muchas veces nos lleva a pensar que el mes en el que más hemos facturado o que más implantes hemos colocado, o que más entradas de ortodoncia ha habido, es el mes más bueno. Y podría ser cierto, o podría no serlo, todo va a depender de los gastos en los que has incurrido.
A mayor existencias, peor situación de tesorería.No nos dejemos deslumbrar por los descuentos por volumen, analízalos previamente y haz una previsión de cuándo lo vas a gastar (cuándo vas a convertir en dinero ese material). A mayor rotación de stock, mejor para tus finanzas.
Una de las frases que más escuchamos en las clínicas que analizamos es la de: “Aquí esto siempre se ha hecho así”. Sí, pero eso no significa que sea la mejor opción ahora. En este apartado, la incorporación de la tecnología ha ayudado mucho en la operativa de la clínica dental. La digitalización de los procesos, tanto clínicos como de análisis de datos, ha impulsado la optimización del tiempo de trabajo, haciendo que aumente la eficiencia y por tanto mejorando la rentabilidad de las clínicas.
Si identificas a tu clínica dental en alguna o varias de estas situaciones, es probable que quieras salir de ese círculo tóxico (más ingreso, más gasto). Para ello lo primero que tienes que tener claro es que entender tus finanzas es una obligación, no puedes obviarlo.
Por tanto, el primer paso será la formación. Tener una educación financiera es básico en la gestión de cualquier organización.
Nos toca hablar de dinero, y sí, es muy frío, no es divertido hablar de dinero, sobretodo para los que somos clínicos. Las finanzas para los odontólogos es un tema arduo, casi diría que molesto incluso. Y es normal, no estudiamos economía, quisimos ser odontólogos, una profesión muy relacional, donde quieres ganarte la confianza de tu paciente, empatizar. Y eso, muchas veces, es incompatible con hablar de dinero.
Probablemente, cuando decidiste abrir una clínica dental, o si pretendes hacerlo, es para hacer algo que te gusta, trabajar con más libertad y capacidad de decisión, pero seguro que también esperas ganar dinero con ello y poder vivir trabajando en lo que te apasiona, ¿verdad? Es más, necesitas que tu clínica sea rentable para poder reinvertir en ella, en tecnología, formación, mejora continuada…
Si eso lo tienes claro, entonces no te queda más remedio que prestar atención de forma profesional a tus finanzas.
Tener una disciplina contable nos ayudará a tomar decisiones basadas en datos reales y no solo en el “más es mejor”.
En la clínica dental se generan cada día muchos datos, datos que tenemos que procesar para que nos sirvan como información. El análisis de esa información nos dará el conocimiento real de lo que está ocurriendo en la clínica.
No sirve de nada acumular cada mes gráficos, estadísticas, listados, indicadores si no los trabajamos, comparamos y contextualizamos. El acúmulo de esta información nos tiene que servir para ser pro-activos, tomar el control y anticiparnos a las posibles desviaciones.
Para ello, tenemos una herramienta de gestión muy útil en el seguimiento de nuestra clínica: el cuadro de mando (CM).
El CM aporta una visión detallada del funcionamiento de la clínica, permitiendo planificar estrategias a medio y largo plazo y generar la información necesaria para tomar decisiones a tiempo y evitar situaciones indeseadas.
Los indicadores que conformen tu cuadro de mando te proporcionarán una rápida imagen de tu gestión y de la situación de tu clínica, además de darte la posibilidad de detectar amenazas y saber dónde existe un problema para solventarlo.
El CM permite extraer en tiempo real toda la información susceptible de ser parametrizada y representada en datos sobre el funcionamiento de la clínica dental.
Conociendo el estado de situación, podrás tomar el control de la clínica y actuar sobre el área que más interese, estableciendo nuevas dinámicas de trabajo que mejoren o corrijan el rendimiento.
Aquí os comparto algunos parámetros de análisis para mejorar la gestión de la clínica y su rendimiento
“El éxito empresarial no se basa en predicciones grandilocuentes; es el resultado de la capacidad para responder rápidamente a cambios reales a medida que éstos tienen lugar”
–Jack Welch–
Dra. Sònia Carrascal PérezLicenciada en Odontología Diploma en Dirección Odontológica y Gestión Clínica Socia fundadora y profesora de Gestión Dental Integral Profesora asociada en la Universitat de Barcelona Cofundadora de la Associació Rosa Dilmé-Rwanda |
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