Desde los últimos cuatro años la Inteligencia Artificial se ha introducido en las clínicas dentales. Ante todo y para tranquilizaros: NO va a substituir a los profesionales que trabajan en ellas (odontólogos, higienistas, auxiliares, recepcionistas…) pero sí que va a mejorar y automatizar muchas de las tareas que se realizan en una consulta dental.
Como sabrás, la profesión de odontólogo está compuesta por distintas funciones. No sólo es el profesional a cargo del diagnóstico, detección y tratamiento de los pacientes, también es el director del área comercial, responsable de recursos humanos, relaciones públicas, director financiero, remediador de problemas, toma de decisiones y un sin fin de funciones que en su día cuando comenzó a estudiar en la universidad no pensó que debería desempeñar.
Pues bien, aunque la profesión en si no va a desaparecer, todas y cada una de estas tareas sí que se verán afectadas por distintas aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA). El objetivo es que mediante su uso se facilite el flujo de trabajo, se eliminen tareas monótonas y aburridas que ocupan tiempo del personal de la clínica, el cual podría dedicarse a otras tareas con mayor valor.
De hecho, ya se está aplicando en el área de gestión de pacientes, diagnóstico y detección de patologías, planificación de tratamientos, asistencia en procedimientos, prevención y educación y marketing y comunicación.
Una de las aportaciones actuales más interesantes de la IA, pero a la vez más novedosas y con mayor impacto, es el uso de aplicaciones dedicadas a la ayuda en el diagnóstico y a la toma de decisiones clínicas.
En esta área, la detección de patologías dentales, como las caries o las lesiones periapicales, mediante el estudio de imágenes fotográficas o radiológicas (OPM, aletas de mordida y periapicales) a través de la visión por ordenador ya es una realidad palpable.
La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el campo de la radiología y el análisis de imágenes médicas, mejorando la precisión y eficiencia en el diagnóstico. A través de algoritmos avanzados de aprendizaje automático, la IA puede analizar grandes volúmenes de datos de imágenes, como radiografías, tomografías computarizadas y resonancias magnéticas, identificando patrones que pueden pasar desapercibidos para el ojo humano.
Uno de los principales beneficios de la IA en radiología es su capacidad para detectar enfermedades en etapas tempranas, como cáncer, enfermedades cardiovasculares y trastornos pulmonares. Esto permite a los médicos tomar decisiones más informadas y oportunas, mejorando así los resultados para los pacientes. Además, la IA puede ayudar a reducir la carga de trabajo de los radiólogos, automatizando tareas rutinarias y permitiéndoles concentrarse en casos más complejos.
Sin embargo, la implementación de la IA también plantea desafíos, como la necesidad de garantizar la calidad y la ética en el uso de estos sistemas. Es fundamental que los profesionales de la salud trabajen en conjunto con expertos en tecnología para desarrollar herramientas que complementen su labor, asegurando que la IA se utilice de manera responsable y efectiva en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. En resumen, la inteligencia artificial tiene el potencial de transformar la radiología, mejorando la atención al paciente y optimizando los procesos clínicos.
Infomed está comercializando un nuevo producto, fruto de nuestro trabajo en el Laboratorio de Inteligencia Artificial, que ayuda a localizar, detectar y segmentar distintas características patológicas. Con el programa de gestión dental, el módulo de IA no sólo ayuda al profesional, sino que facilita la explicación y comunicación con el paciente, además de automatizar el informe de los hallazgos, propuesta de tratamiento y la elaboración de los presupuestos. Como es lógico, el diagnóstico y decisión final es una potestad propia del dentista.
Francesc PérezLdo y Doctor en Medicina, Estomatólogo, Ortodoncista Investigador en el IDISBA. Co-Fundador de TotIA |
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